Imagen: Cortesía de Justicia Migrante.

Migrantes viven en condiciones infrahumanas

Durante décadas, miles de migrantes latinoamericanos salen de sus países buscando el llamado «sueño americano». Sueño que en ocasiones es una pesadilla, como reporta la organización Migrant Justice y narran las condiciones inhumanas en las que Facundo trabaja en una finca productora de leche para Hannaford Supermarkets. Él y cinco compañeros de trabajo vivieron en un improvisado «departamento» construido al costado de un garaje. 

El lugar lleno de agujeros en las paredes no detenía el frío, al igual que los pisos de concreto y plomería defectuosa hicieron del sitio el hogar del moho.

«La ducha es tan pequeña que apenas puedes darte la vuelta. Y el suelo es negro. Lo frotas pero no desaparece «.

Los seis trabajadores agrícolas compartieron cuatro «dormitorios» entre ellos y construyeron sus pocos muebles con materiales encontrados en la granja: uno dormía en una palangana de hormigón, que era usada originalmente de abrevadero para las vacas. Facundo hizo su cama con un colchón sobre algunas capas de madera.

El departamento de los trabajadores estaba infestado de cucarachas y ratas.

“La pared de madera de la sala está rota, y [las ratas] viven y se reproducen allí. He matado a unos veinte de ellos, pero siguen regresando «. Para evitar que se comieran la comida, los trabajadores la colgaban en bolsas suspendidas de un alambre en el techo. “Tienes que ser innovador”, dijo Facundo.

A través de Justicia Migrante, los trabajadores pidieron repetidamente reparaciones o nuevas viviendas. Finalmente y después de mucho tiempo lograron cambiarse de ese sitio.

Hannaford en respuesta a la campaña de Migrant Justice, a través del portavoz de su empresa declaró:

«Esperamos que todos nuestros proveedores sigan la ley y traten a los trabajadores de manera justa».

Pero la empresa sigue enriqueciéndose con la miseria de los trabajadores y mientras ellos duermen en comederos de concreto junto a los tractores y esforzándose por evitar las ratas y el moho, el presidente de Hannaford, Mike Vail, duerme en una mansión costera de 2 millones de dólares.

Para evitar esta continua explotación que acrecienta la desigualdad social, los trabajadores crearon el programa Leche con Dignidad, y con ello garantizar sus derechos humanos. Nadie más debe dormir entre ratas y escondiendo su comida de ellas. 

Si estás interesado en apoyar esta causa o quieres más información al respecto, puedes dirigirte a la página de Justicia Migrante. 

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